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Fechas: Del 05/02/2017 al 03/03/2017
Tras pasar dos semanas por el norte de Vietnam, llegaba a Tailandia. Mis expectativas eran claras, sería un sitio estupendo pero masificado de turistas. La idea era visitar casi un mes la parte sur del país, es decir, las islas y su capital Bangkok, dejando para más adelante el norte del país.
Tailandia es uno de los destinos más turísticos del mundo, ofrece una cultura impresionante que conjuga con sus bellas islas y lugares de ensueño donde poder descansar y vivir magníficas experiencias. Su oferta turística es inmensa, apto para todo los presupuestos y públicos, desde el más austero hasta el que busque una estancia más lujosa y cómoda.
Krabi
Llegué al aeropuerto de Krabi, para luego cogerme un minibús (100 baths) a mi hostel que estaba en el pueblo de Krabi.
Al día después de mi llegada, me fui con un viaje organizado por el hostal a recorrer las islas más importantes cercanas a Krabi. Islas paradisiacas de arena blanca y agua cristalina que todos hemos visto alguna vez, al menos en fotos. Fue aquí donde empecé a entender porqué Tailandia es unos de los destinas más visitados del mundo.
Otro día, y ya por mi cuenta, alquilé una moto para descubrir los alrededores de Krabi. Entre ellos la Tiger Cave, que básicamente es un gran buda de oro situado en lo alto, muy alto, de una montaña. Para poder llegar a él es necesario subir nada más y nada menos que 1236 escalones. A mi me llevó su tiempo y varias paradas para descansar, pero al final lo conseguí y mereció la pena. Después del gran esfuerzo, era momento de descansar en la playa, así que me fui a Nang Beach. Es una playa bonita, pero masificada de turistas y mercadillos. No es mi estilo, así que un poco de solecito para el cuerpo y de vuelta al hostal.
Koh Phi Phi
Tras 2 horas de ferry desde Krabi, llegaba a la famosa Koh Phi Phi. Me encontré lo que esperaba, una pequeña hermosa isla explotada para el turismo. Los hostales son básicos y tampoco hay mucho que hacer más que salir de fiesta y tomar el sol en la playa.
Sus aguas cristalinas hacen que un día de playa sea perfecto para el descanso, pero necesitaba algo más de acción, y fiesta no era lo que buscaba. Por ello decidí bucear, y no me arrepiento. Koh Phi Phi ha sido uno de los mejores lugares que he visto para bucear hasta el momento. Muchísimos bancos de peces, morenas, nemos e incluso tiburones leopardo. Para muestra, el siguiente video:
Otras de las opciones que tiene Phi Phi, es ir a lo alto de su “View Point” para poder contemplar el atardecer.
Koh Lanta
A una hora en ferry desde Phi Phi, está Koh Lanta, una isla mucho menos turística y para mi unas de las que me ha gustado en este viaje y donde pasé un tiempo más que agradable. Será por ello que me quedé 6 noches en lugar de las dos que estaban inicialmente planeadas.
La mejor opción para disfrutar Koh Lanta es alquilarse una moto y recorrerla pasando por cada una de sus playas. La más famosa y más larga, de ahí su nombre, es Long Beach, pero hay muchas otras más pequeñas y escondidas donde disfrutar un buen día relajado al sol. Una de mis favoritas fue Bamboo Beach, al sur de la isla.
En Koh Lanta los atardeceres son espectaculares y hay varios lugares a lo largo de la isla donde poder disfrutarlos con una cerveza en mano.
Koh Phangan
Koh Phangan es conocida por la famosa Full Moon Party, que hace que la isla se llene por completo siendo casi imposible encontrar alojamiento durante la luna llena incluso cuando a veces triplica su precio normal. Yo me fui una semana después de la fiesta y me encontré una isla agradable, con muy buen ambiente y precios asequibles. Por poner un ejemplo, el hostal que tenía piscina, gimnasio y pista de fútbol sólo me costaba 3,5€ la noche.
Al igual que en Koh Lanta, lo mejor es alquilarse una moto para recorrerla y visitar las diferentes playas. Además, Koh Phangan tiene varias cataratas en las que pegarse un baño en aguas más que frías, ¡Cuidado con los mosquitos si vais al atardecer! Estarán esperando vuestra carne limpia para hacer de las suyas.
Koh Tao
Koh Tao es la isla del búceo, quien va allí es para bucear. Está repleto de escuelas de buceo que ofrecen precios más asequibles que cualquier otro lugar, por ello es un lugar adecuado para sacarse la licencia a un precio muy competitivo. Mi objetivo era claro, quería sacarme la licencia de buceador avanzado para poder llegar hasta 30 metros. Para ello tuve que hacer cinco buceos, entre los que uno de ellos fue nocturno, el cual fue una gran experiencia bucear solo viendo lo que tu linterna llega a alumbrar.
Lo dicho, mis días en Koh Tao fueron básicamente buceando, caminando por la isla y alguna que otra pequeña fiesta. ¡Ah! También me di un buen masaje tailandés. A un precio muy asequible pude sufrir uno de estos duros masajes donde parece que la masajista tenga algo contra ti y decida usar sus duras manos sin piedad, eso sí, el resultado es gratificante.
Bangkok
Mi último paso en el sur de Tailandia, era su capital, Bangkok. Unos días para explorar la ciudad visitando los lugares más importantes:
- Templo de Wat Traimit: Alberga el mayor buda sentado de oro del mundo, con casi cinco metros de altura. El precio de la entrada son 10 Baths.
- Templo de Wat Pho: Es uno de los templos más famosos de Tailanda, siendo un complejo de templos con cientos de budas de todas las clases, cuya atracción principal es su buda reclinado con una longitud de 46 metros ¡impresionante!
- Templo de Wat Arun: Templo budista situado a la orilla del río Chao Phraya.
- Gran Palacio Real: Fue la residencia oficial de los reyes de Tailandia, aunque ahora sólo cumple funciones turísticas así como otros eventos importantes de la familia real.
- Parque de Lumpini: Uno de los parques más importantes de la ciudad. Un manso de paz dentro de esta ruidosa ciudad. A las orillas de su lago, e incluso nadando, se pueden ver numerosos lagartos que andan a sus anchas, incluso algunos de grandes dimensiones.
- Khao San Road: Es la calle más conocida por los mochileros. En el centro de la ciudad se encuentra esta calle llena de hostales, bares, restaurantes, centros de masajes y todo lo necesario para disfrutar de la fiesta y de la vida nocturna de Bangkok.
Además de las atracciones principales de la ciudad, lo más recomendable es callejear la ciudad. Es una ciudad con mucha vida, en la que se puede disfrutar de sus puestos callejeros ofreciendo comida de todo tipo, desde el básico y sabroso Pad Thai hasta escorpiones fritos.
Desde Bangkok, era momento de cambiar de país pues los 30 días de visa estaban a punto de espirar, así que me ponía rumbo a Camboya. Me faltaba mucho de Tailandia por descubrir, pero eso lo dejaría para más adelante.